29 de julio
Suena el timbre. Abro la puerta y es Matías, el último novio de mi hermana. Está vestido con una chaqueta de pana color tomate y, debajo, una remera vintage. Automáticamente, recuerdo las indicaciones de mi hermana y le comunico que ella no está en la casa: -Se fue de viaje -le informo. -A Pernambuco, creo- agrego. Matías queda completamente confundido con mis palabras y no atina más que a volverse sobre sus pasos y desaparecer por la escalera del piso. Paso el resto de la tarde haciendo anillos de humo. Para hacer anillos de humo es necesario, como primera medida, dominar perfectamente la tráquea y la epiglotis. Esto requiere años de práctica. Yo, por mi parte, con el tiempo he aprendido a hacer la serie de los anillos concéntricos, el corazón de humo, el triángulo, el cuadrado, y ahora estoy practicando la estrella. |